viernes, 11 de abril de 2008

Don Carlos Benjumea


Don Carlos Benjumea, quien interpreta a Ismael Dueñas, alias el Bebé. Se graduó de actor en 1962 en la Escuela Nacional de Arte Dramático, y desde entonces ha trabajado en teatro, cine, televisión y musicales, por lo que también canta y baila. “Por la película que más recuerda se llama El taxista millonario (1979), una comedia que la pasan todos los años en Colombia, México y Estados Unidos”. Pero don Carlos también es escritor de televisión y empresario (por varios años mantuvo un café concert que impuso ese estilo de teatro y cafetería en Bogotá). En sus papeles, don Carlos se ha mantenido como el bonachón que interpreta en La plata. “Bebé es como un espía de la bondad, alguien que con su presencia protege a los buenos. Sobre el papel de su hijo, opina que Marino es un desgraciado, una basura, pero mi hijo posee una bondad infinita”.

Hace tanto tiempo hace parte de la televisión, que Carlos Benjumea ya no recuerda la fecha exacta en que por primera vez logró ganar algún dinero por una caracterización. Fue en los años sesenta, cuando recibió 1.500 pesos por su papel en la obra teatral Doña Rosita la soltera. En esa época, era un estudiante de la Escuela Nacional de Teatro. A nivel de televisión, el pequeño papel en un programa dirigido por Víctor Mallarino, titulado Hogar dulce hogar, le trajo como beneficio unos cuantos pesos, que más que cantidad fueron la suma simbólica que lo motivó a seguir adelante.
Se casó a los 22 años y de este primer enlace quedaron dos hijos. Otros dos son fruto de un segundo matrimonio. Dice con humor que su primera unión se acabó por inmadurez y la segunda ha durado 32 años.
El Gordo lleva 25 años con su propia empresa de espectáculos, en la que sus hijos desempeñan un papel definitivo. Por ejemplo, hay un comité creativo, del que Paola es codirectora; Marcela y Ernesto son actores y Eduardo es productor. "Nunca los metí en el cuento, pero era difícil sustraerlos a él. Pasaban el tiempo en ensayos y entre telones. Se familiarizaron con el ambiente. Al querer ser artistas, entraron a la escuela del Teatro Libre".

Mi trabajo ha sido mi amor, mi amante, mi mujer. Mis hijos tienen la inteligencia de participar en el trabajo. Ahora comparto sus alegrías, sus emociones

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