Se trata de hombre bendecido por su físico, Lincoln Palomeque también tiene otro factor decisivo para convertirse en alborotador del deseo femenino: éxito. "Actitud ganadora y seguridad, pero sin abusar", según sus palabras. Pero no se trata de un éxito instantáneo, sino de uno construido con el tiempo y el trabajo.
Lincoln nació y se crió en Cúcuta. A los 19 años vino a Bogotá a estudiar Administración de Empresas y logró un grado como tecnólogo. Desde que llegó a la capital del país trabajó para vivir, a los 20 años se empleó como `todero' en una pequeña empresa de un familiar, luego trabajó en el anticuario de una de sus tías y, más tarde, se convirtió en relacionista público de las discotecas El divino y La morena, cargo en el que debía salir a la calle a promocionar los establecimientos, fue decisivo para ponerlo en contacto con el mundo de la actuación, pues a través de este oficio no solo rompió con la timidez y logró confianza en sí mismo, sino que conoció a otros actores, que, por entonces, comenzaban también su camera (Luis Fernando Salas, Angely Moncayo y Helga Díaz) y que lo comenzaron a interesar en la misma.
Lincoln decidió que le atraía más la actuación que la administración, así que comenzó a estudiar en la Casa del teatro nacional, en donde duró un año entre cursos y talleres. Más tarde buscó un profesor particular y por medio de éste fue invitado para un casting en Padres a hijos, del que salió elegido para participar en dos capítulos. Algunos meses más tarde de su primer contacto con las cámaras, fue llamado de nuevo para la misma serie, pero esta vez para encarnar un personaje más constante que duró varios meses al aire.
Fue presentador de un programa llamado Momentos de gloria. Hasta hoy ha participado en siete novelas como Francisco El Matematico, Isabel me la velo y como villano en Siete Veces Amada. Ahora, con su personaje del Dandy en Hasta que la plata nos separe, ganó como mejor actor de reparto en los premios TV y novelas. Le debe su nombre a su padre uruguayo, quien quiso que al igual que él se llamara Lincon cuenta que al principio se acomplejaba, luego aprendió a sacarle partido como a un ‘nombre artístico’. Hace poco volvió a vivr con su mamá y su hermano que se mudaron de Cucutá hacia Bogotá. Ahora juntos montaron un restaurante en pleno centro de la ciudad, pues según Lincon su mamá cocina delicioso. Aunque el no sabe mucho de cocina de hecho huevos fritos es lo único que sabe hacer, así que cuando vivía solo, le tocaba comer en la calle. Es fanático número uno de los deportes, los practica todos, especialmente el fútbol, al que se dedica desde que era un niño. Incluso hace parte del equipo de actores, junto a Luis Fernando Salas y Marcelo Cezán, entre otros. Es malgeniado, pero tiene la ventaja de que lo reconoce. Odia la hipocrecía, y por eso se cuida de tragarse el cuento de la fama y creerse parte de la farándula. Para las mujeres tiene muy buen gusto, incluso fue novio durante varios meses de la actriz Angy Moncayo de quien aún es un excelente amigo, tambien anduvo con Zharic Leon y actualmente se le ha relacionado con Katherine Porto con quien trabajo en Hasta que la Plata nos Separe. Pero eso si, lo que no soporta de una mujer es que no se sienta segura de ella misma, de lo que tiene y de lo que es.
Lincoln nació y se crió en Cúcuta. A los 19 años vino a Bogotá a estudiar Administración de Empresas y logró un grado como tecnólogo. Desde que llegó a la capital del país trabajó para vivir, a los 20 años se empleó como `todero' en una pequeña empresa de un familiar, luego trabajó en el anticuario de una de sus tías y, más tarde, se convirtió en relacionista público de las discotecas El divino y La morena, cargo en el que debía salir a la calle a promocionar los establecimientos, fue decisivo para ponerlo en contacto con el mundo de la actuación, pues a través de este oficio no solo rompió con la timidez y logró confianza en sí mismo, sino que conoció a otros actores, que, por entonces, comenzaban también su camera (Luis Fernando Salas, Angely Moncayo y Helga Díaz) y que lo comenzaron a interesar en la misma.
Lincoln decidió que le atraía más la actuación que la administración, así que comenzó a estudiar en la Casa del teatro nacional, en donde duró un año entre cursos y talleres. Más tarde buscó un profesor particular y por medio de éste fue invitado para un casting en Padres a hijos, del que salió elegido para participar en dos capítulos. Algunos meses más tarde de su primer contacto con las cámaras, fue llamado de nuevo para la misma serie, pero esta vez para encarnar un personaje más constante que duró varios meses al aire.
Fue presentador de un programa llamado Momentos de gloria. Hasta hoy ha participado en siete novelas como Francisco El Matematico, Isabel me la velo y como villano en Siete Veces Amada. Ahora, con su personaje del Dandy en Hasta que la plata nos separe, ganó como mejor actor de reparto en los premios TV y novelas. Le debe su nombre a su padre uruguayo, quien quiso que al igual que él se llamara Lincon cuenta que al principio se acomplejaba, luego aprendió a sacarle partido como a un ‘nombre artístico’. Hace poco volvió a vivr con su mamá y su hermano que se mudaron de Cucutá hacia Bogotá. Ahora juntos montaron un restaurante en pleno centro de la ciudad, pues según Lincon su mamá cocina delicioso. Aunque el no sabe mucho de cocina de hecho huevos fritos es lo único que sabe hacer, así que cuando vivía solo, le tocaba comer en la calle. Es fanático número uno de los deportes, los practica todos, especialmente el fútbol, al que se dedica desde que era un niño. Incluso hace parte del equipo de actores, junto a Luis Fernando Salas y Marcelo Cezán, entre otros. Es malgeniado, pero tiene la ventaja de que lo reconoce. Odia la hipocrecía, y por eso se cuida de tragarse el cuento de la fama y creerse parte de la farándula. Para las mujeres tiene muy buen gusto, incluso fue novio durante varios meses de la actriz Angy Moncayo de quien aún es un excelente amigo, tambien anduvo con Zharic Leon y actualmente se le ha relacionado con Katherine Porto con quien trabajo en Hasta que la Plata nos Separe. Pero eso si, lo que no soporta de una mujer es que no se sienta segura de ella misma, de lo que tiene y de lo que es.
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