martes, 16 de septiembre de 2008

Marcela Carvajal, presenta a su hija


La actriz presento -en primicia- a la revista aló a Crystal, su primogénita. Confiesa que la pequeñita de 6 meses, hija también del entrenador personal Alberto 'Beto' Gaitán, le cambió la vida.
El pasado tres de marzo llegó el día que Marcela Carvajal había esperado por años. Durante más de una década deseó convertirse en madre y tener, por fin, a un hijo en sus brazos. Un parto natural, que casi termina en cesárea, una recuperación entre dolorosa y placentera y una depresión posparto le mostraron que ser madre no era tan sencillo.
Sin embargo, ha logrado sortear las pequeñísimas dificultades, pues ver a esta chiquita de ojos inmensos, sonrisa angelical y ceño fruncido -igualito al de su papá-, lo valen. Crystal es una bebé deseada, anhelada, soñada...
"Desde que fui mamá hay un duelo en mi interior por la imposibilidad de ya no poder hacer lo que a uno se le da la gana... Nunca tenía que decirle a nadie lo que quería hacer, si salía, entraba o venía; pero es una sensación revuelta con una felicidad inmensa, porque es increíble esto que estoy viviendo".
¿Cómo es la Marcela mamá?
Soy muy pendiente, entregada, vivo por y para ella... Esa es la diferencia entre las mamás maduras y las más jovencitas. En esta época de la vida ser mamá es lo más importante y soy muy aprehensiva en eso. A mí nada me puede pasar, soy parte de su supervivencia y la manera más sana de que viva y crezca, soy yo.
¿Será muy sobreprotectora...?
Más bien soy una mamá dedicada, si Beto no me jalara a pensar y a hacer otras cosas, me perderían, estoy completamente enamorada de Crystal y eso solo lo podemos entender las mujeres que hemos sido madres.
¿Y cómo es Beto?
Es superamoroso, tierno, es un papá cariñoso, pechichador y creo que está contando los días para queella también pueda salir a trotar con él. Es un papá muy tierno y conmigo le ha tocado ser muy paciente...
¿Ha cambiado mucho la relación de pareja?
La vida de pareja se afecta porque hay un tercero, tanto para mí como para él, y la rutina cambia... Estoy cansada, no volvimos a rumbear, es difícil salir a comer y además, como la amamanto, la unión es tenaz: es una cadena de rosas, pero cadena a la final. Son emociones superencontradas, pero son de las sensaciones más placenteras que he tenido en mi vida; es una delicia, pero al mismo tiempo una limitación...
¿Qué ha sido lo más difícil de aprender a ser mamá?
Es complicado tener paciencia y dejarte a ti misma de lado. Lo que me parece más duro es no poder cuadrar mi tiempo como a mí se me dé la gana. Pero llevaba muchos, muchos años esperando un bebé, así que me la estoy gozando y no me separo de ella, todos los días descubro algo nuevo, busco crearle una rutina y darle un ambiente seguro, para que se sienta amada.
¿Cómo es Crystal?
Ha sido una niña superobservadora desde que nació; ese primer abrazo y esa primera mirada fueron increíbles. Es una bebé completamente feliz, se ríe todo el tiempo.
¿Y quiere otro hijo?
Por ahora, no. Me quito el sombrero ante las mujeres que tienen hijos seguidos; puede ser bueno porque tienen hermanos de la misma edad, pero me parece muy duro. No es la prioridad para nosotros.
Y es toda una mamacita...
¿Cómo recuperó su figura tan pronto?
Nunca en mi vida había estado así de flaca. Estoy pesando 58 kilos y todo el mundo me ha dicho que la maternidad me ha sentado. En gran parte es el amor, sentirse plena como mujer y además que estoy muy enamorada de mi hija, entonces el amor se sale por los poros.
¿Pero le ha ayudado el ejercicio?
Claro, también estar más en mi casa y comer sano. La rutina de ejercicios con Beto es muy completa y siempre lo he tenido a mano. Cuando estaba embarazada dejé de fumar y con la amamantada como mucho más sano, trato de respirar aire puro y de tomar jugos naturales. Dejé de rumbear y las trasnochadas, mi vida es otra.
¿Cómo es la rutina?
Hice ejercicios de bajo impacto hasta dos días antes del parto y los retomé al mes de este. No puedo trotar, ni hacer alto impacto, pero estoy ayudándole a mi cuerpo a tonificar... Mi entrenamiento es funcional y está basado en los movimientos que uno hace en la vida diaria, como recoger, alcanzar, levantar y al mismo tiempo que tonificas haces un poco de cardiovascular.
Está flaquísima...
Sí, antes mi peso eran 63 kilos y cuando estuve muy flaca llegué a los 60 y gordita a los 68,pero me fascina verme al espejo, me siento muy cómoda así... Mi mamá se la pasa comprándome mercado, dice que estoy muy flaca.
¿Se le ve más sexy, más sensual?
La maternidad es lo más sexy y sexual del mundo, te complementa. Después de ser mamá te sientes más mujer, es otra faceta productiva, como de flores y frutos.
¿Está en dieta?
No, antes me cuidaba más, ahora como de todo porque lo que sobra se va con la lactancia. Anteriormente no comía carnes rojas y ahora como todas las proteínas que se me pasan por enfrente. Los postres sí trato de dejarlos fuera de la comida grande.
¿Ahora será entrenadora personal?
Mi plan es trabajar con Beto. A mí también me encanta el ejercicio y me parecería chévere poder ayudarlo a entrenar gente. Quiero ver cómo me iría haciendo algo así, ya llevo un tiempo largo preparándome. Tengo muchas esperanzas con el tema.
¿Y cuándo empieza?
En dos semanas...
¿Encontró su media mitad...?
Sin duda. Beto es un buen complemento para jalarme hacia el mundo de afuera o si no yo no tendría más vida que mi Crystal. Me dice que salgamos a comer, que vayamos a cine, que demos una vuelta, cosas que a mí ya no me importaría hacer porque me parece más rico estar con ella...
Depresión posparto... "A todas nos pasa"
"Estoy muy lloretas, muy sensible; veo a un niño en la calle y no puedo creerlo. Después de ver lo frágil que es un bebé, no puedo entender que haya mujeres con los niños entre cobijas pidiendo plata. No tienen por qué estar en la calle. Es muy triste el maltrato infantil".
¿Cómo detectó su depresión? Me comencé a dar cuenta porque empezaba a tener ideas constantes de tragedias que podían pasar con Crystal, que se me caía, que se enfermaba, que la golpeaban, cosas ridículas, como que se caía por la ventana, hasta que se me desvanecía de las manos. Fui donde una psicóloga que me dijo que tenía una depresión leve, no me medicaron, pero sí me ayudó a manejar esos pensamientos trágicos. ¿La superó? La especialista me enseñó que todas esas cosas malas que yo pensaba eran posibles, pero es muy poco probable que pasen. Las posibilidades son nulas y uno va manejando eso y es lógico. Estoy mucho más sensible, el cambio hormonal es mucho más fuerte. Estaba irritable; toda mi energía, paciencia y amor se los lleva el bebé y el resto del mundo truenos y centellas
¿Cómo asumió Beto su depresión?
Se burlaba de mí. Puede ser un buen equilibrio, yo veía todo trágico y él se reía, me mostraba que yo estaba en un extremo. Él es el polo a tierra.
¿Lloraba mucho?
Todo el tiempo. Dan pocas ganas de arreglarse, de salir, hasta de bañarse y eso que, supuestamente, fue una depresión leve. Pero seguir con la vida normal es duro... Todavía la tengo, pero ya no es tan constante; el hecho de haber tenido actividad me ayudó mucho y Beto me anima a salir y a integrarme a la vida, pero el volver a trabajar te hace entender que la vida puede seguir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A TUVO MUY BUENA ESTA TELENOVELA APESAR QUE QUIEREN HACER EN MEXICO PERO NO MEGUSTA COMO ESTA AQUI