lunes, 5 de mayo de 2008

Gustavo Angarita

Con sus 1.97 metros de estatura, Gustavo Angarita jr. hubiera podido convertirse en una estrella de baloncesto, pero curiosamente este actor, que personifica al temible Ojo Verde en Fuego verde, prefiere practicar voleibol y béisbol, del cual es un aficionado empedernido. Nació en Bogotá el 31 de marzo de 1972, es un ariano de personalidad descomplicada, amable, dicharachero, espontáneo y se autocalifica como un amigo leal e incondicional. Su impresionante contextura física v el tremendo vozarrón que posee, antes que ayudarlo a sobresalir, han sido un obstáculo, como le sucedió cuando interpretó a Bernardo, un díscolo aspirante a modelo en Mascarada, pues en los diálogos debía hablar muy bajo. Para él no ha sido fácil acostumbrarse a los cambios bruscos de la televisión porque la carrera actoral prácticamente a desarrolló en el teatro, donde las técnicas son muy distintos.
Le gustaba ver Revivamos nuestra historia, uno de los dramatizados más importantes de la TV colombiana. Era la década de los 80 y Gustavo Angarita hijo sabia del mundo televisivo por su papá, Gustavo Angarita.
Pero por ser hijo de quien es no llegó a este mundo. Fue una decisión personal y Angarita se ha ganado cada personaje sin que importe quién es su papá.
Así sucedió en Fuego verde, el seriado que lo dio a conocer. Igual en Pobre Pablo, La caponera La costeña y el cachaco, Todos Quieren con Marilyn, Dora La celadora, Por Amor a Gloria y en Hasta que la Plata nos Separe.
Angarita tiene ancestros costeños por eso fue fácil costeñizarse para su personaje en La Costeña y El Cachaco.
De ahí que no esté de acuerdo con la nueva política de la TV colombiana. En su opinión, hasta Yo soy Betty, la fea fue apoteósica. "Pero ahora, la globalización está logrando que hagamos lo que se pide y que cambiemos la forma de hablar para darle un acento dizque neutro, que no es otro que el mexicano".
No es que no esté de acuerdo con acceder a otros mercados. "Ya lo hemos hecho y con muy buenos resultados. Deberíamos seguir por lo conseguido".
Su vinculación a los artes escénicas se dio por el deseo de aprender a actuar para luego saber manejar actores, ya que una de sus ilusiones es la de dirigir cine, su gran pasión. “Creo que el mejor aporte que mi padre me puede hacer es que no me ayude”
No es muy dado a las rumbas y en la mesa no pueden faltar los espaguetis con pollo, su plato preferido·

1 comentario:

Anónimo dijo...

Angarita ir forš :)